De China a Australia en 6 meses, de Ecuador a Bolivia en 3, Corea, Japón, USA... Somos aventureros, nos encanta viajar y nos encanta hacerlo ¡en familia!. Con mochila, sin rutas, comiendo de todo y a la aventura. Somos una familia divertida y diferente. Dimos la Vuelta al Mundo en el 2001 cuando sólo éramos 2, ahora que somos 4 seguimos viajando y enseñando a nuestros hijos que viajar es la mejor escuela. Así nace FAMILY RUN, una webserie y blog de viajes x el mundo ¡en familia! Puedes ver nuestros videos en Youtube o la serie de TV: www.rtve.es/familiamochila
Archive for febrero 2015
SELVA DEL YASUNÍ - HUAORANIS - ECUADOR
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador (probando Mayones)
No sabíamos muy bien qué íbamos a encontrar en la Selva de Yasuní cuando decidimos recorrer esta zona de la cuenca amazónica de Ecuador. Nosotros, en otros países, ya habíamos estado en la selva, así que buscamos un tour que diera un paso más allá de la vegetación exuberante y la fauna tropical, características del entorno selvático. La selva de Yasuní, ha tenido mucha "publicidad" en los últimos años, por su creciente explotación petrolera y el impacto que esta ha tenido en la historia de la región y en sus comunidades.
Después de analizar varias agencias dimos con Tropic Journeys in Nature, ¡gran elección! Es la única agencia que actualmente tiene acuerdos de Ecoturismo, turismo responsable, con los Huaoranis, las comunidades nativas que viven a orillas del río Shiripuno, que vierte sus aguas en el río del Napo (el más largo de Ecuador y afluente del Amazonas). El guía que tuvimos, Xavi, excepcional, y el Adventure Camp Ecolodge nos encantó. Acampas en unas plataformas en medio de la jungla. Nos proveyeron además, de muchísima información útil antes de iniciar el viaje, incluso un pequeño diccionario huaorani-español, y botas de agua para andar por la selva (necesarias dado el barrizal que tienes que atravesar a veces).
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
¿En qué se traduce este "turismo sostenible"?:
- Tropic Journeys entrega un 70 % de los ingresos del ecoturismo a las 5 comunidades que se visitan, el 30% restante se destina a gastos de administración, publicidad y funcionamiento de la agencia. Tropic Ecological Adventures es la única agencia que desde hace 7 años tiene un acuerdo con los "huaos" (como dicen ellos), para traer grupos reducidos de turistas a estas comunidades del Yasuní. De hecho viajas con dos guías, uno de la agencia y otro huaorani, y todo el personal el EcoCamp es local. Los guías son excepcionales y te cuentan muchísimas cosas sobre la cultura, fauna, flora e historia del Yasuní. De hecho, el último día haces el "Toxic Tour", en el que se ahonda sobre el tema del impacto que está teniendo la explotación petrolera en esta zona y en sus habitantes. Muy interesante a la vez que demoledor.
- Tal como te aclaran, no se trata de organizar un "parque temático" cuando llegas a la comunidad. Estas comunidades ya fueron contactadas hace años y muchas mujeres, por ejemplo, visten con camiseta y pantalones cortos (otras todavía llevan las faldas tradicionales). Simplemente cuando llegas participas de su día a día y de lo que estén haciendo en ese momento.
- Se respeta al máximo la naturaleza y los animales que encuentras. Ranitas, arañas, peces, tortugas, gallinazos reales (los cóndores del Amazonas),... por algo, la selva del Yasuní, es uno de los 10 lugares con mas biodiversidad del planeta: 500 especies de aves, 62 especies de serpientes, 100 especies de anfibios y 173 especies de mamíferos cansadas.
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Cada día visitas una comunidad diferente, accedes a ellas en canoa. Recuerdo en especial la Nenquepare porque nos adentramos, de la mano del jefe del poblado, en la selva y nos enseñó cómo cazan, cómo confeccionan sus flechas con veneno curare y las afilan con dientes de piraña. No sales de caza con ellos realmente. El ruido que hacemos al andar comparado con su sigilo espantaría cualquier presa, además ellos sólo salen a cazar 1 ó 2 veces al mes cuando han tenido un sueño propicio. Son muy supersticiosos. Pero es alucinante caminar por la selva de su mano. Aprender sus técnicas; probar a soplar una cerbatana (de más de 2 metros), hecha con palma "pambil", atada con corteza de liana y sellada con cera de abeja; aprender a fabricar cestos con hojas de palmera para transportar las presas; y arrojar sus lanzas, a lo Orzowei, para caza de animales.
Las mujeres huaoranis se dedican a la chackra (el huerto), los niños, la comida y a elaborar artesanías. Desde colmillos de chancho salvaje hasta cajas de resonancia de monos, todo sirve para elaborar bolsos, pulseras y collares con fibras naturales. Son muy cantarinas y enseguida se arrancan a cantar y a bailar algo. Canciones y pasos siguen siempre un mismo ritmo así que es muy fácil unirse a la "comparsa".
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Las mujeres huaoranis se dedican a la chackra (el huerto), los niños, la comida y a elaborar artesanías. Desde colmillos de chancho salvaje hasta cajas de resonancia de monos, todo sirve para elaborar bolsos, pulseras y collares con fibras naturales. Son muy cantarinas y enseguida se arrancan a cantar y a bailar algo. Canciones y pasos siguen siempre un mismo ritmo así que es muy fácil unirse a la "comparsa".
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador - Abuela Huaorani contactada cuando tenía 23 años
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Ninguna de las comunidades del Yasuní desarrolló escritura ni un gran nivel de decoraciones, ni musica, ni artes culinarias. La enseñanza es oral, basada en leyendas. Recuerdo, en especial, la de "La Ceiba y La Arpía". El huaorani que narra la historia, por la noche, a la luz de una hoguera, repite constantemente la misma idea y da vueltas y vueltas sobre lo mismo. Despues de 20 minutos, ansiosos por conocer el avance de la historia, le preguntamos como seguía. Su respuesta: "ahora va, ahora va". Para nuestra sorpresa volvió a comenzar la narración ¡desde cero!. La leyenda se podría resumir en 10 frases.
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Tuvimos la suerte de que una de las comunidades había cazado un chancho (jabalí pequeño), unos días antes de nuestra llegada. Entre todas las familias habían repartido la presa. Compartimos la cabeza con una de ellas. Simplemente cocida con sal y yucas (la patata del Yasuní). Comimos de la cazuela directamente, en el suelo, arrancando pedazos con la mano y puedo decir que lo que quedó al final fue la pura calavera del animal. Se lo comieron todoooo. Entendí porque los dos perrillos que tenían estaban tan famélicos.
Además de perros, también tienen mascotas mono. Normalmente son crías de presas cazadas que los niños huaos "adoptan" hasta que crecen y vuelven a la selva. Candela y Mateo disfrutaron mucho llevando todo el día a los monitos encima de sus cabezas o en el regazo. Los animalitos hicieron sus necesidades varias veces encima de ellos, el precio que hay que pagar por tener mascotas mono, supongo.
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Además de compartir tiempo con las comunidades Tropic Journeys nos llevó una tarde a bañarnos a una cascada de esas que quitan la respiración. Ni en la peli de "El Lago Azul" había lugares tan mágicos y os aseguro que en todos estos años de viajeros hemos visto muuuuchas cascadas. De camino probamos hormigas del árbol de limón, a mi se me durmió la punta de la lengua. Y Xavi nos enseñó un hongo diminuto
que contiene un líquido espeso, un analgésico natural que los Huaoranis
utilizan para curar el dolor de oídos.
Makuteros Family Run - Selva del Yasuní - Ecuador
Para finalizar, a aquellos que todavía tenéis dudas sobre asuntos como mosquitos y enfermedades viajando con niños, comentaros que esta zona esta libre de malaria. De hecho, ¡no había ni un mosquito!. Al parecer, se debe a que, en esta zona el río fluye rápido, porque está relativamente cerca de la falda de los Andes. En zonas más bajas, donde el río pasa a llamarse "Aguas Negras", el agua se estanca y es zona de mosquitos, reptiles y anacondas.
Sin duda, si visitas Ecuador, no dudes en destinar parte de tus días a conocer la selva de Yasuní. Es una experiencia antropológica y de naturaleza increíble que todos disfrutamos a tope como niños. Una de las mejores aventuras que vivimos en los tres meses de viaje en familia por Sudamérica. Es necesario apoyar
estrategias de desarrollo de estas comunidades de la selva ecuatoriana, para
que el conocimiento ancestral de las tribus huaoranis no se pierda y lograr que
su adaptación a la imparable vida moderna sea progresiva. Para cualquier información estos son los datos de contacto de nuestra agencia:
Tropic Journeys in Nature - Tropic Ecological Adventures
Pasaje Sanches Melo OE1-37 y Av. Galo Plaza Lasso
Quito, Ecuador
Tfno: +593-02-2408 741
http://www.destinationecuador.com
Blog: http://blog.destinationecuador.com
Twitter: https://twitter.com/DestEcuador
Facebook: https://www.facebook.com/DestinationEcuador
A todos aquellos que os gusta la aventura y queréis descubrir otra forma de Viajar en Familia, os invitamos a ver nuestros videos de viajes, disponibles en Youtube: Canal Makuteros, donde podréis disfrutar de la primera Temporada que nos llevó desde China hasta Australia. La segunda ruta, por Sudamérica; la tercera recorriendo China, Corea y Japón; y la cuarta, recorriendo Estados Unidos en caravana podéis disfrutarla en el site de RTVE: www.rtve.es/familiamochila
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VOLUNTARIADO EN GUAGUACUNA - OTAVALO - ECUADOR
En esta segunda edición de nuestra serie de viajes de TV, Makuteros FamilyRun, queríamos que Candela y Mateo, tomaran conciencia de que hay otros niños que no tienen la misma suerte que ellos y que viven realidades muy diferentes a la suya. Como sabéis creemos que viajar es el mejor complemento posible a la escuela. En los meses previos al viaje, contactamos con la ONG familiar Guaguacuna, (que traducido del quechua quiere decir “Niños”). Su labor se centra en la infancia, ya que considera que son lo niños los que tienen más posibilidades de poder cambiar su propio destino y el de su país. Estuvimos hablando por teléfono y escribiéndonos un tiempo antes de iniciar esta segunda aventura de viajes que hemos bautizado como “La Ruta del Cóndor”. Nuestra idea era poder conocer desde dentro estos proyectos, no sólo visitándolos, sino conviviendo durante un tiempo dentro de ellos como hacen los voluntarios.
Llegamos desde Quito en autobús hasta esta población famosa por sus mercados ... aunque hemos venido hasta aquí, a Otavalo, atraídos por algo más tierno. Vamos a visitar varios proyectos sociales que se desarrollan en la zona.
Llegamos desde Quito en autobús hasta esta población famosa por sus mercados ... aunque hemos venido hasta aquí, a Otavalo, atraídos por algo más tierno. Vamos a visitar varios proyectos sociales que se desarrollan en la zona.
A nuestra llegada a la estación de autobús de Otavalo nos recogió Oscar, un
cooperante alicantino que ha sido nuestro enlace con todos los proyectos, y
Omar, el coordinador ecuatoriano de Guaguacuna. Con el equipaje cargado en el
maletero del coche, cruzamos esta bella población, que una vez más evoca
nuestros gratos recuerdos de hace cinco años. Aparcado el vehículo, visitamos
uno de los primeros proyectos que esta organización tiene situada en la misma
Plaza de Armas, pegado a la iglesia de San Francisco. Es un comedor social
abierto durante el año 2.013 destinado a la atención de las necesidades mas
básicas de los ancianos y las madres sin recursos. Tengo que deciros que
nosotros, en principio, sólo queríamos visitar proyectos dedicados a la
infancia, así que cuando Guaguacuna nos habló de este comedor social de
abuelitos, éramos un poco reticentes a la idea de conocer esta parte de la ong.
En la puerta de la consulta de Hector - Voluntario GuaGuaCuna - Otavalo - Ecuador
Es increíble como nos ponemos nuestras propias barreras mentales ante algo
que desconocemos simplemente porque, a priori, no nos suena bien o se aleja de
nuestros esquemas preconcebidos. Visitar este comedor y hablar con los
abuelitos que había por allí fue de lo mejor del viaje a Otavalo. Los abuelitos
eran risueños, alegres, simpáticos, … no paraban de bromear los unos con los
otros mientras les entrevistábamos. Eso sí, en cuanto nos poníamos a rodar los
testimonios se ponían un poco más serios, es lo que yo llamo el efecto cámara.
Niño en el comedor de una escuela infantil de GuaGuaCuna - Otavalo - Ecuador
Tres trabajadoras del
comedor nos sirven unos platos de sopa. Candela y Mateo ponen caras raras, pero
les enviamos un gesto de apertura de ojos indicando precaución, hay que ser
agradecido con lo que te dan, corrigen sus protestas y se acaban el plato. Es
cierto que la sopa es básica, pero esta buena. Hay que educar a los niños desde
pequeños en que no han de ser caprichosos, lo que se pone en el plato es lo que
se come. El segundo plato pollo y ensalada entra más en sus gustos culinarios y
no protestan. Al acabar salen disparados para jugar junto a unos niños que con
bicis y pelotas se divierten en las inmediaciones de la parte trasera de la
iglesia. No tenemos sensación compungida, ni siquiera de tristeza, nos vamos al
comedor con el corazón lleno de esperanza.
Empezamos a preocuparnos por el alojamiento y preguntamos a Omar sobre
nuestro lugar de descanso. Cuando hablamos de ello con Monica Bevia, la
coordinadora española de Guaguacuna, nos propuso alojarnos en un proyecto
situado en San Pablo de la Laguna, a unos kilómetros de Otavalo. Omar realiza
unas cuantas llamadas pero parece que el tema queda en el aire. Eso no nos
tranquiliza, pero las cosas aquí suceden a medida que discurre el tiempo y al
final todo se endereza y se soluciona. Es una curiosa manera de entender la
cotidianidad de la vida.
Niños de GuaGuaCuna en la siesta - Otavalo - Ecuador
Oscar nos propone ir a conocer a Héctor, el doctor que durante los meses de
verano atenderá las necesidades médicas de forma gratuita a quien requiera de
su ayuda. Ya lleva ocho veranos dedicados a prestar sus servicios médicos de
manera altruista, en proyectos de este tipo en África y Sudamérica. Es curioso
conocer la vida de las personas que deciden, sin obligación ninguna, dedicarse
a ayudar a los demás. Oscar que no llega
a la cuarentena, tiene una vida espiritual muy agudizada, orientada al budismo
y la meditación. A los niños les gusta que les cuente “parábolas”, cuentos,
aprendidos en sus años en los templos budistas. Uno ciertamente bonito que les
ha marcado es este:
“A un aprendiz se le aparece un maestro y le propone enseñarle la
diferencia entre el cielo y el infierno. El aprendiz acepta. Con un ardid de
magia, el maestro chasca los dedos y aparecen en un comedor enorme con una mesa
llena de manjares exquisitos y de cientos de comensales. Cada uno tiene un
enorme tenedor, de dos metros de longitud. Pinchan la comida y, dada la largura
de los tenedores, son incapaces de llevarse la comida a boca. El aprendiz ve
con asombro esta estampa, donde todos los comensales tratan sin éxito de comer
con esos enormes tenedores. El maestro le dice, - esto es el infierno, la
posibilidad de tenerlo todo pero ser incapaz de degustarlo. Con otro chasquido
aparecen en un comedor igual al anterior, misma mesa, igual número de
comensales, mismos tenedores gigantes, la diferencia es que, en esta ocasión,
pinchan la comida y unos dan de comer a los otros, consiguiendo superar la
traba de dimensión de los tenedores. El maestro habla diciendo, - en el cielo
todo es posible porque el primer pensamiento siempre es alimentar a los demás,
eso hace que, en vez de que uno piense en sí mismo, muchos piensen en las
necesidades de uno”.
Me encanta esta fábula y es tan explicativa que, en realidad, habla de
todas estas personas que, de manera altruista, colaboran en proyectos sociales. Héctor y Oscar nos acompañan al proyecto donde nos vamos a alojar los
Makuteros los próximos días, se llama Juvilus (Juntos por la Vida en la Luchacontra el Sida).
Niños de GuaGuaCuna - Otavalo - Ecuador
A media mañana nos vienen a buscar a San Pablo Omar y Hector, vamos a pasar
el día de hoy visitando proyectos de Guaguacuna: una guardería y una escuela
situada en una pequeña población aledaña a Otavalo. Llegamos a la hora de comer
y todos los niños se quedan boquiabiertos al ver a Mateo y Candela. Son tan
bonitos estos pequeñajos, con esos ojos almendrados y esos cuerpos
rechonchitos. Candela les cuenta cuentos, bromeamos y les preguntamos sus
nombres, que hacen en la escuela, si les gusta ir al colegio y si se lo pasan
bien allí, mientras aprovechamos a comer con ellos. El proyecto de Guaguacuna
comenzó hace años con la construcción de este comedor y ha ido creciendo. Ahora
se complementa con una guardería donde, a los mas pequeños, se les enseñan
juegos, hábitos de higiene y se les cuida con exquisita dulzura y cariño. Después
de reafirmar el éxito de este proyecto, abandonamos la guardería dejando a los
pequeños durmiendo una plácida siesta. Cae la noche y caemos agotados en
nuestras camas.
y a compartir algo sobre Ecuador: recomendaciones de qué ver, qué hacer, dónde dormir, comer, fotos, tiendas, museos, etc., con este hashtag #FamilyRun Publicaremos los mejores comentarios y fotos en nuestra página de Facebook. ¡¡Animaos y participad con nosotros en este hermoso viaje!
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COMO VISITAR QUITO CON NIÑOS - ECUADOR - FAMILY RUN
" Queridos amig@s y familia,
Primer día en Quito
¡Ya estamos en Quito! Hemos tardado más de once horas en avión desde
Madrid. Un trago que con niños hubiese sido más arduo, si no tuviéramos ya
muchas tablas en esto de viajar con nuestros hijos. Como sabéis, en estos casos
es importante planificar con antelación el viaje y reservar los billetes de
avión con el tiempo suficiente para obtener un buen precio en los traslados
aéreos, tal como hicimos hace unos meses. Los niños han viajado muy distraídos con
los juegos portátiles del avión, las películas de dibujos, los teléfonos y las
tablets. Durmieron a pierna suelta y llegaron a destino mucho más enteros que
nosotros, los adultos. Nos duele todo. Superada la incomodez de este primer
traslado y con los primeros dolores de cuello y espalda, hemos llegado al
aeropuerto internacional de Quito, Mariscal
Sucre. Achacamos un poco la altura, con un ligero embotamiento y leve dolor de
cabeza, que nos ha acompañado durante un par de días. Nada que no sea
fácilmente paliable con un paracetamol.
Nuestro recorrido inicial en taxi nos ha evocado recuerdos de viajes
anteriores a esta ciudad de eterna primavera, pero notamos ciertos cambios que,
a priori, no sabemos determinar. Todo parece más ordenado, más limpio y más
cuidado que cinco años atrás. ¿Es posible?, ¿a qué se debe?. El conductor del
taxi, Edgar, nos ha dicho que, en los últimos años, se hace más obra pública en
Ecuador y que hay un cierto cambio de conciencia social. Hemos hablado también
de la situación actual del país y sobre la crisis que ha repatriado, de España,
a miles de compatriotas suyos con un futuro bien labrado y trabajado en la
“patria chica”. Edgar, al igual que otros muchos ecuatorianos, retornó de
España hace dos años, pues la situación allí era insostenible y, por desgracia,
todo lo ahorrado lo perdió en el sueño inmobiliario de comprar una vivienda. Después
de hablar de esto se hizo un silencio que, lejos de ser incómodo, denotó la
fustigación y empatía que compartimos con todos aquellos que, como él, se
vieron atrapados por esa estafa tan antigua, repetitiva y legal como son las
crisis provocadas por “los mercados”. Mientras hablábamos de estos temas trascendentales vuestros nietos –
sobrinos (Candela y Mateo), no han parado de pelearse dentro del taxi. Será la
excitación de la llegada.
Makuteros Family Run en Quito - Ecuador
Estamos alojados en pleno casco histórico de Quito. Visto ahora, así de
día, mucho más espectacular, sin duda, que lo que recordábamos. Nuestro hotel
es un pequeño alojamiento situado en la calle Esmeraldas con Guayaquil. Se
llama “Casa El Edén”. Nos han recibido sus propietarios Mario y Blanca. Tan
familiares como encantadores. Nos tenían preparadas dos habitaciones
absolutamente preciosas que nos han hecho recordar aquellas “Suites” de los
hoteles coloniales de la Habana. El edificio, de primeros del siglo XX, ha sido
completamente rehabilitado manteniendo toda la magia de una casa colonial
quiteña. La madera recuperada y trabajada con extraordinaria maestría, el patio
y los pequeños detalles, confieren al edificio una personalidad única.
Habitaciones amplias y equipadas con baños modernos, muy en la línea de los
lujosos hoteles de las capitales europeas.
Los niños soltaron sus mochilas y no paraban de
corretear por todo el hotel, improvisado laberinto de juegos. Gracias a Dios,
Blanca y Mario han sido padres de familia, ahora ya con los hijos mayores, han
entendido la excitación de Candela y Mateo y los han animado a descubrir las
distintas estancias. Sin duda, esta pareja de propietarios son los mejores
anfitriones que podríamos tener para nuestro aterrizaje en Quito. Hemos
descansado un poco y, con su ayuda, hemos empezado a planificar nuestro
recorrido quiteño.
Mientras nos dábamos una ducha Candela y Mateo han localizado los canales
de dibujos del satélite. Se morían de la risa con las voces latinas, tan distintas,
de Bob Esponja y de Fin y Jake de “Hora de Aventuras”.
Miramos el reloj… es hora de comer quizás de cenar. El jetlag que
arrastramos nos tiene un poco aturdidos con los horarios. Nos pilla de sopetón
este anochecer temprano. Dejamos Madrid, en pleno verano con la puesta de sol cercana a
las diez de la noche. Aquí, en Quito, siempre amanece y anochece a las seis. Salimos
a cenar, antes de que nos entre sueño y caigamos dilapidados en las camas. La
diferencia horaria con España es de siete horas, así que, en breve, todos notamos
el cansancio.
Estamos muy cerca de la Plaza del Teatro,
antiguamente era la Plaza de las Carnicerías, ahora reconvertida en una zona de
casas y mansiones señoriales presididas por el Teatro de la ópera. Picoteamos
algo rápido allí. Los niños cabeceaban de sueño encima de la mesa. Los cargamos
en brazos y volvimos al hotel… a las siete y media caímos todos en los brazos
de Morfeo.
Segundo día en Quito
Nos despertamos pronto y, nuestra anfitriona, Blanca nos explicó detalles sobre el casco histórico de Quito y su enorme transformación en los últimos años. Hemos devorado el riquísimo desayuno, plagado de detalles: bollería, fruta fresca, mantequilla artesanal y mermeladas ecológicas. Lo que más les gusta a los peques es el huevo frito diario que es costumbre desayunar en Ecuador. En España no estamos habituados a tomar huevos por la mañana, lo consideramos más algo reservado a la comida o a la cena, por eso Candela y Mateo lo ven como algo especial. Se tomarían dos o tres más.
-
Hoy
toca jornada maratoniana - les recuerdo, - Así que alimentaos bien porque hasta
la hora de la comida no habrá nada, ¿entendido?
Asienten con la cabeza y de nuevo
ritmo al huevo, dale que te pego con el pan y la yema…
Nuestro primer día ha arrancado de una manera muy especial, con una
entrevista en el propio hotel de la mano de una de las periodistas más
relevantes del panorama de la actualidad ecuatoriana, Gissela Bayona. Nuestra
anfitriona Blanca, se ha emocionado cuando esta imponente mujer, ha cruzado el
umbral de la puerta del hotel. Con un cariño y unas tablas propias de una
profesional intachable, Gissela se ha presentado a la familia y nos ha explicado
como llevaremos a cabo la entrevista.
Entrevista con Gisella Bayona - Quito - Ecuador
De su mano, hemos recorrido las
principales arterias del centro de la ciudad, hasta llegar a la Plaza de la
Independencia o Plaza Grande, donde hemos visto el Palacio Presidencial. Allí
todos los lunes tiene lugar una pintoresca estampa, el solemne cambio de
guardia. Gissela, sentada de manera informal, en un parterre de césped, ha
entrevistado de manera amena y desenfadada a los niños mientras decenas de
curiosos toman fotos de la estampa. Había mucho ruido de fondo así que no
sabemos qué tal habrá quedado todo.
Poco después Gisella nos dejó, volvió a plató y parte de su equipo nos
acompañó a grabar otros planos, en lo alto de ciudad, en El Panecillo.
-
Se
llama así porque la colina tiene forma de pan, como el que os habéis comido con
el huevo esta mañana …
Con cara de incredulidad los niños asentían con la cabeza, pero no parecían
muy convencidos con la explicación.
Mientras Candela y Mateo, como auténticos profesionales, eran
entrevistados, Sonia y yo recabamos planos y material para nuestra serie de Tv.
Con tanto ajetreo se nos pasó la mañana volando y se nos echó encima la hora de
comer. Acabada nuestra visita a El Panecillo, el equipo de TeleAmazonas nos dejó
en el Mercado Central, donde teníamos previsto comer. Ya sabéis como nos gusta
comer en los mercados y, en este caso, ya conocíamos este tradicional lugar del
centro de Quito. Lo hemos encontrado un poco cambiado, pero no tanto como para
resultar irreconocible.
Yo he vuelto a uno de mis lugares icono, al puesto de “las
Corvinas de Don Jimmy”. De nuevo no me ha defraudado su ceviche y la corvina, uhmmm,
riquísimos. Siempre que me preguntan por Quito recomiendo este lugar, que ahora
sí se ha tornado un poco más caro que hace cinco años cuando estuvimos Sonia y yo
sólos. En general, notamos que los precios en todo Ecuador han subido mucho en
estos cinco años de ausencia, suponemos que es el precio a pagar por el
progreso y la dolarización. Aun así, comer en los mercados resulta, para
estándares europeos, económico a la par que recomendable, pues la apuesta
gastronómica de estos patios de comida es de lo más tradicional de Ecuador.
Con lo tripa llena, hemos proseguido con nuestra agenda. Con una de las
visitas más deseadas: la Basílica del Voto Nacional. Aún siendo relativamente
moderna, pues fue inaugurada en 1988, su estilo neogótico es tan original como
definitivo en la arquitectura ecuatoriana. Además, es de las pocas
edificaciones eclesiásticas en el mundo que se puede visitar casi en su
totalidad: criptas, torres, nave, cubiertas,… como plan familiar no tiene
parangón.
Los niños, muy a pesar de los nervios que hemos pasado los progenitores por las empinadas escaleras y pasarelas que se cruzan, se lo han pasado genial recorriendo cada rincón. Mateo ha pasado un poco de miedo al llegar a la base de la Torre de los Cóndores, ¡105 metros de altura!, las escaleras para llegar arriba son casi verticales. Sonia se ha quedado con él esperando y hemos subido sólos Candela y yo. Desde la cima las vistas de la ciudad son espectaculares. Se divisaba también El Panecillo. Desde las alturas, los niños, sí que han sido capaces de ver la forma de panecillo de la emblemática colina.
Vistas desde la Basílica del Voto Nacional - Quito - Ecuador
Los niños, muy a pesar de los nervios que hemos pasado los progenitores por las empinadas escaleras y pasarelas que se cruzan, se lo han pasado genial recorriendo cada rincón. Mateo ha pasado un poco de miedo al llegar a la base de la Torre de los Cóndores, ¡105 metros de altura!, las escaleras para llegar arriba son casi verticales. Sonia se ha quedado con él esperando y hemos subido sólos Candela y yo. Desde la cima las vistas de la ciudad son espectaculares. Se divisaba también El Panecillo. Desde las alturas, los niños, sí que han sido capaces de ver la forma de panecillo de la emblemática colina.
Escaleras para subir a la Torre de la Basílica del Voto Nacional - Quito - Ecuador
Finalizada nuestra visita cultural hemos puesto
rumbo a un parque cercano para que los niños gastaran parte de su energía
contenida. A última hora de la tarde teníamos una
cita muy especial, impartir una Clase sobre cómo Viajar con niños. Sí, habéis leído
bien, hicimos de profesores de la
mano de la Asociación “La Trueca” con un nuevo concepto que va ganando adeptos
en el mundo: el Trade School. Intercambio de
clases, trueque de ideas y conocimientos. Nosotros impartimos una clase
magistral sobre como organizar un Gran Viaje en familia y, a cambio,
nuestros “alumnos” nos han obsequiado con fruta, chocolate, agua y dulces
típicos ecuatorianos. Lo hemos pasado genial. Las muestras de cariño han sido cuanto menos inspiradoras
y nos hemos sentido muy acogidos. Los niños, por otro lado, se han portado
fatal todo el tiempo que ha durado la charla y les hemos tenido que llamar al
orden bastantes veces. Terminamos rendidos a las ocho y media de la noche y de
nuevo, el jetlag, nos consumió en un profundo sueño.
Tercer día en Quito
Hoy hemos ido a la Mitad del Mundo. Ya sabéis que somos muy de movernos en transporte público, así que tomamos dos autobuses. Uno hasta el Terminal “La Ofelia” y, de ahí, otro hasta la entrada del turístico monumento. El viaje ha sido agradable y hemos aprovechado para contemplar los quehaceres diarios de la capital Ecuatoriana. La gente camina segura, en una economía estable con pleno empleo. Se nota que se vive un despertar económico donde el trabajo no falta y los negocios florecen, esto contrasta con la imagen de negocios cerrados y gente gris deambulando por Madrid por la actual crisis.
Línea ecuatorial en la Mitad del Mundo - Quito - Ecuador
En una hora y media, llegamos a la rotonda donde se erige el monumento que
separa, en cuatro puntos cardinales, las distintas partes del mundo.
Actualmente, están construyendo un edificio para recepcionar a la cantidad
ingente de turistas que visitan este lugar. No creo que haya ningún turista que
visite Quito y no vaya a ver la Mitad del Mundo. Sería como ir a Xian, en China,
y no visitar los Guerreros de Terracota; o visitar Paris y no ir a ver la Torre
Eiffel. Nos encontramos con varios autobuses de grupos organizados que visitan
el complejo. Encontramos todo muy cambiando. Han abierto un museo, un parque,
pabellones, zonas de restauración, tiendas,… Entramos en varias exposiciones.
Vemos una enorme maqueta de la ciudad de Quito e instrumentos, como los sextantes,
que ayudaron a los navegantes a triangular el rumbo para no navegar a la
deriva. Para no hacer de la visita un “ladrillo” para los niños, les dejamos
completa libertad para correr y explayarse, en un pequeño parque de arena
ideado para los más pequeños dentro del complejo. En los columpios avivan las
ansias de relación con otros niños.
Después de hacernos
decenas de fotos, en todas las posturas posibles, en la línea amarilla más
representativa del monumento, hemos visitado el museo situado justo al lado, el
Museo interactivo Intiñan. Con una puesta en escena practico-explicativa, se
enseña a los visitantes el nacimiento de la cultura Quiteña, las distintas étnias
que alberga Ecuador, experimentos relacionados con la línea equinoccial. Entre muchas otras cosas, hemos aprendido como actúa el Efecto
Coriolis, que hace que el agua del inodoro gire en sentido contrario según
estemos en el hemisferio norte o sur. Esta ley, a mayor escala, explica porque
en el norte se producen tornados y en el sur, sus opuestos, los ciclones. Relojes
solares, pruebas de fuerza, huevos en equilibrio,… este museo mola muchooo y
nos lo hemos pasado todos genial jugando de nuevo a ser niños.
Museo Inti Ñam - Quito - Ecuador
Retornados al centro de Quito, nos refugiamos en Casa El Edén, y pasamos un
tiempo ordenando nuestro material gráfico y audiovisual, mientras nos
preparamos para ir a cenar a la Calle de la Ronda, donde estábamos ansiosos por
probar el famoso canelazo y unas
tortillas de camarones. Ambas delicias resultaron duras para nuestros paladares.
El canelazo está hecho a base de aguardiente, naranjilla,
azúcar y canela y literalmente te sirven
un tanque de bebida. Aquí no se andan con chupitos como en España. Acabamos
comiendo algo menos tradicional. Nuestro tiempo se agota en la primaveral
Quito. Nos hemos dejado tantas cosas por ver y hacer… 3 días son insuficientes
a todas luces para conocer bien la capital. El hecho de viajar con los niños,
hace que sea necesario mantener un ritmo lento de viaje, con descansos y con
horarios laxos, pero a eso ya estamos acostumbrados. Es mejor ver poco, pero
bien que intentar abarcar muchas cosas e ir corriendo a todos los lados. Mañana
partimos hacia Otavalo, pero tenemos pensado volver en 12 días a la capital y
ver otras cosas que hemos dejado atrás. Os seguiremos escribiendo y poniéndoos
al día de nuestras aventuras y desventuras. "
A todos aquellos que os gusta la aventura y queréis descubrir otra forma de Viajar en Familia, os invitamos a ver nuestros videos de viajes, disponibles en Youtube: Canal Makuteros, donde podréis disfrutar de la primera Temporada que nos llevó desde China hasta Australia. La segunda ruta, por Sudamérica, y la tercera recorriendo China, Corea y Japón, podéis disfrutarla en el site de RTVE: www.rtve.es/familiamochila
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